La industria cárnica enfrenta una alta prevalencia de trastornos musculoesqueléticos debido a la exigencia física del trabajo, especialmente en las extremidades superiores y la zona lumbar.
Las patologías comunes incluyen epicondilitis, tenosinovitis, síndrome del túnel carpiano y dedo en gatillo.
La configuración de los puestos de trabajo en líneas de producción o estaciones de trabajo influye en el riesgo de desarrollar estos trastornos. La manipulación manual de cargas y la velocidad del proceso, que varía según el tamaño del animal, son factores críticos a considerar.