¿Has realizado una evaluación de riesgos ergonómicos, y te muestra altos niveles de riesgo?
¿Cuál o cuáles son los siguientes pasos a dar?
¿En base a qué criterios deberías proponer medidas preventivas?
¿Cómo rediseñar el o los puestos de trabajo afectados?
¿Cómo eliminar los riesgos ergonómicos que se evidencian en la evaluación?
Tener dudas como las anteriores no es un problema. Son las clásicas preguntas que debería hacerse quien gestiona la ergonomía laboral y dice ser un ergónomo, o quien trabaja en ergonomía y busca implementar soluciones efectivas.
Pero claro, suele suceder que la información facilitada por las empresas no es la más adecuada para solucionar estas problemáticas. Evaluaciones de riesgos mal hechas, incompletas, sin análisis organizacional, con métodos inadecuados, y un largo etcétera de carencias son muy habituales.
Así mismo, es bastante común tenerse que enfrentar a problemas internos derivados de que no se destinan los recursos humanos necesarios para elaborar un plan de actuación, y/o diseñar las medidas preventivas necesarias.
Para terminar, es importante destacar que siendo estas problemáticas de una magnitud importante que requiere conocimientos avanzados, son muchas las ocasiones en las que quien debe solucionarlas no tiene las competencias adecuadas.
El curso se imparte en Castellano, Italiano e Inglés, y acumula más de 1.300 alumnos de 16 países con los siguientes perfiles profesionales: Ingenier@s de todas las ramas, Medic@s, Fisioterapeutas, Responsables de PRL, SST o Salud Ocupacional.